Cuento corto los monstruos clásicos
La búsqueda
Seguirles la pista a los monstruos clásicos es prácticamente sumergirme en papeles mohosos, telarañas y polvo. Más que fascinación me provocan una obsesión que en otros tiempos seria malsana, pero gracias a la época y la razón de mi investigación, saber más es mi obligación. Poco a poco di con los rastros, la sangre, los gritos y la noche me guiaron. El hedor era casi inaudito, el primero que localice fue al conde Drácula, de él sabia tanto que mencionarle al comienzo era inadecuado, por lo tanto, seguí la búsqueda, el pelo de animal, los colmillos y la sed de sangre lo delataron, por fin di con el hombre lobo. Presente en el folclore y la mitología desde épocas tan antiguas que no se puede datar la primera concepción de su existencia.
Cuando estuve frente a frente con el manuscrito más antiguo que encontré mi piel se erizo, Ovidio lo relata en su texto metamorfosis, no era la prosa ni la historia, fue el hecho de ser la primera roca que cimento el mito que hoy en día fascina a chicos y grandes, presente intangiblemente en más géneros de los que muchos esperan.
Tan pronto lo localice seguí el viaje, sacudí la sangre de mis ropas y me fui directo al antiguo Egipto, nunca pensé que la realidad creara monstruos, pero al oler las sepulturas de una momia tu mente comienza a divagar con monstruos que te persiguen a lo largo de los vertiginosos pasillos de una pirámide sepulcral. Verle no fue necesario para sentir el terror que me embargara cada noche en la soledad de mi recamara.
Una vez localizado el segundo monstruo decidí seguir con una bestia indescriptible que carece de nombre propio y tristemente me rompe el corazón el hecho de que jamás tendrá un apelativo único. Llegue durante la noche el tumulto era inaudito los hombres temían a la monstruosa obra del Doctor Frankenstein, cuya criatura más que miedo inspiro una tristeza enorme en mi cuerpo, incapaz de afrontarle, pero decidida a recordarlo me dirigí al final de mi viaje, volver al castillo del conde Drácula fue sorprendente, ver las tallas en la piedra desgastadas, bajo la noche plutónica, mi piel sabia a donde mi dirigía y no evitaba temblar y erizarse a la defensiva. Tan pronto toque la enorme puerta un sonido hueco traspaso los muros, el silencio era estremecedor y la sensación de pánico se adentraba en mis huesos.
Era evidente que nadie abriría, repetí el intento y lo tuve ante mi antes de que lo advirtiera, el mismísimo Drácula ante mis ojos, sus facciones eran…Desperté del sueño, mi paseo por las aterradoras cavernas monstruosas de los abismos fue solo un sueño, salvo que en mis manos sostenía un diario, con las notas de cada viaje, cada monstruo y sobre todo cada hermoso y aterrador libro que a continuación Merry les relatara. Espero este breve relato a modo de cuento corto les agradara, investigue al hombre lobo, la momia, Drácula e incluso al monstruo de Frankenstein. Es un placer liberar la creatividad escribiendo, pero lo mejor es leer y descubrir esos secretos que se ocultan a la luz de las velas entre las páginas de los libros.
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